Con la mirada puesta en un futuro digital sostenible, Europa marca el rumbo hacia la Década Digital 2030, enfocándose en gobierno, habilidades, infraestructuras y negocio.
España avanza significativamente, destacando en administración electrónica y conectividad, aunque aún necesita mejorar en competencias digitales y adopción de tecnologías avanzadas.
Mientras tanto, Finlandia lidera el camino con políticas integrales, destacando en competencias digitales, servicios públicos electrónicos y colaboración entre sectores público y privado.
Ambos países exploran la posibilidad de establecer Consorcios Europeos de Infraestructuras Digitales y siguen en la senda hacia una transformación digital completa.